El Presupuesto de la Comunidad Autónoma de Canarias para el 2017 asciende a 7.300,60 millones de euros lo que se traduce en un crecimiento aproximado de un 1,0 por 100 respecto al 2016. 

Para la Federación de Salud de Intersindical Canaria en Gran Canaria, estos Presupuestos Generales de la CAC no se alejan de los ajustes y recortes de años anteriores, tanto fiscales, como del gasto público, por lo que continuará el deterioro de nuestra sanidad pública. Nuevamente se mantienen en suspenso los convenios, acuerdos y pactos laborales, con la excusa de no incrementar el gasto, mientras se blindan los sueldos de altos cargos.

El Gobierno de Canarias refuerza las políticas de austeridad, que están en la raíz del problema. Esas políticas han sido un fracaso que solo han servido para aumentar las desigualdades, para privatizar servicios públicos y recortar derechos, salarios, pensiones y prestaciones sociales. El Gobierno Canario señala que los  elabora “ajustándose estrictamente a los límites fijados por los objetivos de estabilidad presupuestaria, de deuda pública y la regla de gasto”. Se hace el juego a la voladura controlada del Estado social aprovechando la crisis financiera de años atrás, sin aplicarse mecanismos propios, que los hay, si se quisiera, para evitar las consecuencias terribles en los más desfavorecidos. Convirtiéndose en gestores del dolor social con un impacto extremadamente negativo en las personas vulnerables.

CONSULTAR AQUÍ LA LEY DE PRESUPUESTOS GENERALES 2017 CANARIAS

 

La hegemónica ideología neoliberal ha intentado durante mucho tiempo hacernos creer que la gestión privada siempre es mejor que la gestión pública. La crisis económica actual es en buena parte consecuencia de la lógica privada de la rentabilidad, estudios académicos demuestran que la gestión pública tiene muchas más ventajas que la gestión privada. La gestión directa de los servicios públicos locales es más eficiente y más barata que la privada. La privatización de servicios esenciales tiene efectos negativos en el plano social, además de en el empleo. Los hospitales con ánimo de lucro son más caros (19% más de media que los hospitales sin ánimo de lucro). Los profesionales sanitarios en esos centros tienen menor estabilidad laboral, trabajan un 10% más de horas, y los salarios son un 20% inferiores a los trabajadores públicos...

La privatización de la Sanidad ha encarecido de forma importante el gasto sanitario y ello además ha ido vinculado a un deterioro de la calidad de las prestaciones y por ende, de la calidad asistencial. Se aplican nuevamente miméticamente  criterios de austeridad pura y dura, que aumenta los desequilibrios sociales.

Los duros recortes del gasto público recaídos en los canarios no han servido para nada. El Gobierno canario ha reducido su gasto público en más de  3.700 millones de euros en los últimos años, siendo la Comunidad que más ha recortado, con la peor financiación autonómica, una de las mayores tasas de paro, los índices de exclusión social más altos y un importante deterioro de los servicios públicos. Sin aplicar por ejemplo, una tasa mínima a las estancias turísticas que permitiría recaudar 100 millones de euros y dedicarlos a los sectores más necesitados. 

La Sanidad Pública universal y de calidad ha sido la base fundamental para el desarrollo del Estado del Bienestar y es uno de los pilares para asegurar la solidaridad y la equidad dentro de una sociedad, pues supone el esfuerzo de las personas con más poder económico y más sanas para permitir la atención sanitaria de los que tienen menos y están enfermos.

En los últimos años hay una campaña generalizada para desprestigiar y desmantelar los sistemas públicos de salud, y lo público en general, coincidiendo con el auge del neoliberalismo, que quiere privatizar los sistemas sanitarios públicos. No podemos renunciar a esta conquista social: la obtención del derecho a la atención sanitaria, una de las conquistas más importantes de la segunda mitad del siglo XX, un bien público equiparable al derecho al voto, la educación o tener una pensión. Nuestro sistema sanitario hasta ahora ha gozado de gran aprecio internacional, precisamente por su universalidad, fácil accesibilidad y carácter equitativo. Estamos convencidos y lo demostramos con datos técnicos, que los sistemas de sanidad públicos, accesibles, con organización y gestión esencialmente públicas y una elevada calidad de prestaciones, ofrecen resultados globales de salud mejores que otros modelos. Y lo mismo puede decirse en general de otros servicios públicos.