Bajo un planteamiento erróneo, la Consejería de Sanidad, el Gobierno de Canarias, los Cabildos Insulares y ciertos científicos afines a este peligroso ejecutivo continúan mintiendo ante la evidencia de la masiva contaminación que afecta al litoral canario, resultado de los más de 57 millones de metros cúbicos de aguas fecales que se vierten sin control, tratamiento ni saneamiento: más del 80% del total.

Se trata de un mal agravado por el deficiente y obsoleto sistema de depuración de aguas residuales, ahora mucho más visualizado por efecto del cambio climático con el consiguiente incremento de las temperaturas, que trae consigo el “Bloom” de las cianobacterias, comúnmente denominadas micro algas. Hay que recordar que la UE, advirtió a España sobre el incumplimiento en Canarias de la directiva sobre el Plan de Gestión de Residuos.

Frente a ello, el Sr. Baltar, máximo responsable en temas de Salud Pública en Canarias, ha escogido la peor de las opciones, restando importancia o emitiendo informes calculadamente imprecisos sobre la contaminación que consiguen el efecto contrario al deseado de no alarmar a la población y al turismo como primera industria de las islas.

Se pierde en indicaciones vagas sobre cómo deben comportarse los bañistas ante las floraciones algales, restando importancia, tanto los vertidos sin tratar, como a los efectos nocivos de las toxinas producidas por las cianobacterias, y que han sido constatados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en cuanto al peligro que comportan para la salud y su carácter potencialmente cancerígeno...[Fuente de la información: Comunicado de la Federación Nacional de Salud Intersindical Canaria. Foto: ED/CA Álex Rosa]

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