En este galopante inicio de siglo y de milenio se hace imperante la necesidad de adaptar el sindicalismo a su estructura social y política. Estamos, sin duda, inmersos en una etapa crucial de la historia de la humanidad. Tenemos la obligación como organizaciones y como individuos de dejar un mundo mejor del recibido. Estamos todos, por tanto, llamados a tener un papel protagonista en la transformación social dentro de una aldea global...